Estilo de vida saludable para evitar métodos farmacológicos

Adoptar hábitos saludables desde temprana edad favorece a la salud en general. Se puede comenzar por elegir alimentos de los 7 grupos de la olla nutricional: carnes magras, lácteos, huevo, legumbres, cereales, frutas y verduras, aceites vegetales. Distribuir la alimentación en 5 comidas al día, prefiriendo los alimentos naturales y reduciendo el consumo de ultraprocesados como gaseosas, bebidas azucaradas y comidas chatarras en general.

Otra práctica a sumar es el consumo de 3 porciones de frutas y 2 de verduras al día, o viceversa. En cuanto a las frutas lo ideal es consumirlas con su cáscara. La porción se mide de acuerdo a lo que quepa en la palma de la mano o bien lo que cabe en una taza de 200 ml.

El consumo de frutas con cáscara es importante, porque aporta mucha fibra, esta a su vez, contribuye a la prevención de enfermedades como el cáncer, disminuye el colesterol sanguíneo, los triglicéridos y sobre todo previene el estreñimiento.

Otra recomendación importante que no puede dejarse de lado es el de la buena hidratación, con el consumo de al menos 2 litros de agua al día, y la práctica de por lo menos 30 minutos de actividad física al día, 5 veces a la semana. Además de estas prácticas saludables y otras, es importante realizarse el control médico anual para la detección temprana de cualquier patología y el seguimiento oportuno del tratamiento. 

Inculcando el consumo de productos naturales, compartimos la receta de un jugo de zanahoria, tomate y pepino, fácil de preparar y especial para aplacar el calor.

Este preparado rinde 6 porciones. Se necesita 500 g. de zanahoria, 100 g. de pepino, 250 g. tomate, 1 litro de agua y edulcorante a gusto. 

Una vez que tenga los ingredientes, lavarlos y cortarlos en trozos, luego, licuar en un litro de agua, agregue el edulcorante y sírvalo enseguida.

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