Palacio de López se ilumina de naranja en adhesión a la lucha por la eliminación de la violencia contra la Mujer

En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, desde la fecha el Palacio de Gobierno se ilumina de color naranja con el propósito de adherirse a la lucha contra este flagelo.

 

El Ministerio de la Mujer, en el mes de noviembre, realiza varias actividades para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y para reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

Presentación de campaña violencia cero: 

Durante el acto central del 25 de noviembre, que es el “Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las Mujeres”, el Ministerio de la Mujer realizará la presentación de la “Campaña Violencia Cero”. La iniciativa desarrolla una serie de productos con el objetivo de llegar a la mayor cantidad de personas, en especial a las mujeres.

Conmemoración alusiva al asesinato de tres hermanas: 

La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración a la fecha en la que fueron asesinadas en 1960, las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), en República Dominicana.

Reinvidación asumida por asamblea de las Naciones Unidas :

La jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999,  invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.

Contexto Histórico: 

Cabe señalar que, en 1992, el Comité de la CEDAW, en su Recomendación general No. 19, declaró que la violencia contra las mujeres es una forma de discriminación, dirigida contra la mujer por su condición de mujer o que le afecta de manera desproporcionada.
Esta violencia inhibe gravemente la capacidad de la mujer para disfrutar de los derechos y las libertades en el plano de igualdad con los hombres.

En diciembre de 1993, en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, se reconoció que la violencia contra la mujer vulnera sus derechos y libertades fundamentales y se pidió de los Estados y la comunidad internacional con miras a erradicarla.

Ese mismo año, en la Declaración y Programa de Acción de Viena, se reconoció que la erradicación de la violencia contra la mujer en la vida pública y privada es una obligación de derechos humanos. La que entonces se denominaba Comisión de Derechos Humanos condenó la violencia de género por primera vez en 1994 y ese mismo año designó a un Relator Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias.

La Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, que tuvo lugar en Beijing en 1995, ratificó las conclusiones de la Conferencia de Viena y situó a la violencia contra las mujeres como uno de sus ámbitos esenciales de preocupación.

El hecho de colocar a la violencia contra la mujer en el marco de las violaciones de derechos humanos representa un importante cambio conceptual. Esta medida significa que las mujeres no están expuestas a la violencia de manera accidental o porque padecen alguna vulnerabilidad congénita, sino que esa violencia es el resultado de una discriminación estructural muy arraigada, que el Estado tiene la obligación de abordar.

De modo que prevenir y afrontar la violencia contra las mujeres no es un acto caritativo. Se trata de una obligación jurídica y moral, que exige medidas y reformas de índole legislativa, adminnistrativa e institucional.

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