Luego de una versión de la existencia de una bomba en el Centro de Rehabilitación Social (CERESO) de Encarnación, aproximadamente a las 15:30 horas se inició un operativo de requisa general dentro del penal, descartando la existencia de algún explosivo. Los intervinientes incautaron armas blancas de fabricación casera y aparatos celulares.
Autoridades penitenciarias y policiales procedieron a la intervención, que se realizó sin resistencia de parte de los internos, con el objetivo de mantener la seguridad y garantizar la calma a la población penal.
Tras la intervención todos los privados de libertad pertenecientes a la facción criminal PCC fueron trasladados a un pabellon de mayor seguridad, preparado especialmente para estos internos, donde estarán sujetos a un regimen diferente.
La intervención se realizó de manera conjunta con la Policía Nacional donde participaron 200 efectivos pertenecientes a la Agrupación Especializada, criminalística, antiexplosivistas con canes antibomba y agentes penitenciarios.
El Ministerio de Justicia junto al Ministerio del Interior y la Policía Nacional están abocados a un trabajo coordinado a fin de evitar hechos de violencia en las penitenciarías.