Todos los días la panadería “César Pan” que funciona en la Unidad Penitenciaria Esperanza (UPIE) saca del horno sabrosas facturas y rosquitas mediante un área de infraestructura puesta a disposición que favorece la reinserción social. Allí César Collazos Chávez junto a 9 internos más, desarrolla su propio emprendimiento y se prepara para la alta demanda por las fiestas de fin de año.
El trabajo se da de corrido desde las 6:30 de la mañana hasta las 19:00 horas, entre el ruido de batidoras, palotes que extienden la masa y calientes hornos que doran los productos dejados en reposo, relata César Collazos, un colombiano condenado a 10 años, que lleva 6 años 3 meses en reclusión y rehabilitó la panadería en febrero de este año con la enseñanza de compañeros privados de libertad que sí habían recibido formación técnica en panadería y confitería de manos del Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (SINAFOCAL).
Pastafrola de dulce de guayaba, alfajores de dulce de leche y guayaba, medialunas de crema y dulce de leche, budín inglés, torta marmolada y rosquita con esencia de queso y anís, son los productos innovadores que salen enfundados en 500 bandejas semanales, aún con capacidad ociosa para producir 1.000 unidades o más. Ahora salieron los mismos productos en miniatura que duplican la producción en las fiestas de cumpleaños y aniversarios, apoyados por la venta en motocarro de una persona con libertad condicional.
El Ministerio de Justicia ha fortalecido el trabajo de marketing y ventas a través de las redes sociales.
En Facebook se encuentra como “César Pan”, Alta calidad, 100% artesanal según reza el slogan, habilitando el 0984 447996 como celular de contacto.
“Estoy convencido de que estamos haciendo bien las cosas. Esto no es por plata; estamos saliendo a una nueva vida y ya no vamos a necesitar a salir y pedir trabajo cuando nos vayamos de aquí”, expresó Collazos que hace cálculos a futuro sobre su anhelada panadería-heladería artesanal para compartir con su esposa paraguaya y su hijo.