Exitoso operativo interinstitucional permitió desmantelar banda de presuntos extorsionadores que operaban desde la cárcel de Tacumbú

Los agentes fiscales de la Unidad Especializada Antisecuestro, Joel Cazal y Javier Ibarra encabezaron allanamientos simultáneos que permitieron la exitosa desarticulación de una banda de extorsionadores que operaban desde la cárcel. Los operativos fueron desarrollados a tempranas horas de este martes, en el penal de Tacumbú y en el barrio San Francisco, de Zeballos Cué, respectivamente. Las causas son investigadas, además de Cazal e Ibarra, por los agentes fiscales Silvana Otazú y Néstor Cañete. 

El trabajo coordinado entre varias instituciones logró la desarticulación de una banda de extorsionadores. Entre ellas, la Dirección Antisecuestro de la Policía Nacional a cargo del comisario Nimio Cardozo, la Dirección de Institutos Penales a cargo del Viceministerio de Política Criminal, cuya titular es la Dra. Alejandra Peralta, que colaboró con el trabajo de inteligencia, previo al porcedimiento. También, diversas dependencias de la Policía Nacional como: El Grupo Tàctico, Grupo Lince y Antimotines.

El operativo simultáneo permitió la detención, en Zeballos Cué, de una persona que estaría vinculada a la banda, demás de la incautación de aparatos de teléfonos celulares, chips y numerosas Cédulas de Identidad que no pertenecían a las personas que habitaban el lugar intervenido. Los documentos de identidad serían utilizados para la adquisición de los chips y para el retiro de dinero, producto de las extorsiones.

En el Penal de Tacumbú también fueron requisadas varias evidencias, pero el procedimiento fue levantado ante la falta de garantías para los intervinientes, considerando que se iniciaron grescas en varios pabellones.

Según las investigaciónes, el modus operandi consistía en que un miembro de la banda establecía contacto a través del Messenger de la red social  Facebook (perfil falso) con la posible víctima. Tras ganar la confianza de las mismas, intercambiaban números telefónicos y, a través de la aplicación WhatsApp, compartían imágenes íntimas (sexuales), las cuales posteriormente son utilizadas como medio de extorsión (desde la Penitenciaría de Tacumbú).

El hecho se concretaba cuando las víctimas accedían a realizar pagos a través de giros en billeteras electrónicas activadas en algunos casos a nombre de personas recluidas. Al recibir los montos son transferidos inmediatamente a otros números.

Las víctimas entregaban sumas de hasta G. 50 millones para evitar la publicación del contenido de las conversaciones que mantenían con los miembros de la banda de extorsionadores. Las evidencias colectadas este martes serán cotejadas y posteriormente se dará a conocer la identidad de los sospechosos.

El Ministerio Público insta a la ciudadanía a realizar las denuncias sobre casos de extorsión de cualquier índole y garantiza la protección de la identidad de los afectados.

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